Mi nombre es Ángel Rodrigo Yucailla Baltazar, nací el domingo 27 de julio de 1980 en la ciudad de Ambato, Ecuador.
Desde pequeño forme un carácter fuerte, era muy perfeccionista, nada me parecía correcto sino lo hacía yo mismo. Tuve una infancia dura llena de tristezas, recuerdo que mis compañeros de clase tenían todo lo necesario para estudiar, mientras que yo acudía a clases con lo justo y con una chompa rosada, ya que mi padre creía que no importaba en nada el color de la ropa o el modelo mientras esta estuviera limpia y sana funcionaba perfectamente. Por otra parte, recuerdo que esperaba con ansias visitar a mis hermanos mayores para poder servirme un plato de arroz ya que mi madre solo preparaba este alimento una vez por semana. Sin embargo, doy gracias a Dios ya que nunca nos faltó un plato de comida en mi hogar. Con el tiempo comprendí que, aunque no tenía dinero tenía una familia luchadora que me enseño el valor de las cosas y sobre todo me enseñó a trabajar desde muy pequeño para conseguir a futuro todo lo que me proponga.
A pesar de aquellos momentos de infelicidad siempre tuve claro mis sueños y aspiraciones y aunque no tuve una posición económica estable ni apoyo debido a mi estatura, sabía que eso no iba a ser impedimento alguno, mientras tuviera fuerza de voluntad y fe en mí mismo.
Cuando entré a la adolescencia quise independizarme, tenía ideales de superación por ello estudiaba día a día sin embargo la situación económica me obligó a dejar mis estudios y empezar a trabajar. Emprendí en varios trabajos: como galponero, (sacando estiércol de gallina), conserje y mecánico y a cada actividad le puse todo mi corazón, porque quería ser el mejor, el mejor en sacar el abono, el mejor conserje, el mejor mecánico, esa era la fórmula para salir adelante.
Relacioné mi trabajo con mis estudios en la Universidad Técnica de Ambato y en la Universidad de Loja, en mi interior siempre busqué el bienestar del resto antes que la mía, sentía que no contribuía al bienestar de la sociedad, que mi nombre no iba a pasar a la historia. Siempre he pensado que soy un hombre creativo, amable, un poco impulsivo en ocasiones, pero con alto espíritu de colaboración a la sociedad.
Cuando trabajé en COAC. AMBATO LTDA., demostré ser un gran trabajador a través de una excelente atención al cliente; razón por la cual a mis 24 años llegué a ser Gerente Comercial sin embargo, nunca medí las consecuencias que el exceso de trabajo me provocaría como: enfermedad y perdida de mi familia; a pesar de eso mí pensamiento seguía en búsqueda de generar fuentes de trabajo, para que personas jóvenes con la misma necesidad y sin ninguna experiencia laboral tuvieran un trabajo digno; siempre buscando ser diferentes.
Inicié un sueño, dejar una marca en la sociedad y en el mundo, por lo cual después de años de arduo trabajo construí un negocio propio, llamado “Comercial Yucailla”, el cual fue un éxito total.
Sin embargo el país atravesó una grave recesión económica y una mala administración de la empresa, le provocó al cierre paulatino y solo quedó un local vacío, aquel almacén que una vez fue tan grande; con ello se originaron muchos problemas personales, conyugales, parentales y lo más grave para mí, el inicio de varias enfermedades, convirtiéndome en la persona más frustrada, traicionada y sin nadie; a pesar de todo aquello continúe en ser el mejor, para que la historia me recuerde como una persona pequeña oriundo del campo y de un grupo étnico denominado Chibuleo , quien logró crear fuentes de trabajo, rompiendo todos los paradigmas que los seres humanos tenemos y sin diferencias de la posición económica, social y étnica.
Hoy dirijo una empresa grande con más de 20 millones de dólares en activos, 28 mil socios conjuntamente con sus familias y como no decir con muchos sueños que cumplir y 54 colaboradores con quienes conjuntamente lucho por ser los mejores.
Y mi reto hoy, es no rendirme, si una vez caí, hoy no lo hare y sigo pensando en dejar un legado en el tiempo. No es fácil para mí el contárteles mi vida, solo quiero que los que están conmigo, sean los mejores Jefes Operativos, Cajeros, Asesores, Inversionistas, Asistentes, en sí, excepcionales personas que administren esta empresa COAC SIERRA CENTRO LTDA.
Pero si no son tus sueños, no desperdicies tu tiempo, trabaja en encontrarlos que te hagan sentir feliz y jamás sentirás que es un trabajo pesado u obligado
Te digo algo, nunca renuncies por nada del mundo a un sueño que tienes en mente, ellos permanecerán contigo, porque tus hijos algún día, se van a ir , tu pareja se va a ir de tu lado y tú te quedaras solo, pero con la satisfacción de haber cumplido tu propósito y lo más importante que Dios siga guiando tus pasos para ser su mejor hijo, para llegar a la gran felicidad eterna y los que se queden en este mundo, te recuerden como un hombre luchador, pequeño pero grande de corazón y de muchos ideales.
Trabajamos bajo resultados, ganamos lo que nos merecemos, que tu labor no sea desmerecida, si tú no valoras los otros menos.
Hoy necesito personas que deseen superación por iniciativa propia y una necesidad de cumplir conjuntamente el sueño de ser “Mejores”.